Así (habla) mi sol, Suppiluliuma, el gran rey, rey del país de Hatti, el héroe: cuando Tur-addu, rey de Mukish, Addu-nerari, rey de Nuhashshe, y Aki-Teshub, rey de Niye, se sublevaron contra mi sol, el gran rey, su señor, reunieron sus tropas, ocuparon las ciudades de Ugarit, hostigaron a Ugarit, capturaron (a los súbditos) de Niqmaddu, rey de Ugarit, llevándoselos como botín y arrasaron la tierra de Ugarit.
Entonces Niqmaddu, rey de Ugarit, se volvió hacia Suppiluliuma, el gran rey, y le escribió en los siguientes términos: "¡Tenga a bien el sol, el gran rey, mi señor, salvarme de las manos de mis enemigos! Soy el criado de mi sol, el gran rey, mi señor. Contra el enemigo de mi señor me muestro hostil, del aliado de mi señor soy aliado. Esos reyes me están hostigando". El gran rey escuchó las palabras de Niqmaddu. Suppiluliuma, el gran rey, envió príncipes y nobles junto con la infantería (y) [los destacamentos de ca]rros a Ugarit...
(Menciones al restablecimiento de la paz en Ugarit por obra de los hititas y sometimiento de Niqmaddu a Suppiluliuma en Alalah. Continúa:)
Y [Suppiluliuma, el gran rey] vio la lealtad de Niqmaddu.
Ahora Supiluliuma, el gran rey, rey del país de Hatti, ha firmado un tratado con Niqmaddu, rey de Ugarit, en los siguientes términos:
Si en el futuro algún refugiado de Nuhashse o de Mukish o de cualquier otro país entra al servicio del rey de Ugarit, el rey de ninguno de esos países podrá arrebatárselos a Niqmaddu, rey de Ugarit, ni suplantar la autoridad de sus hijos y nietos. ¡Hasta los días más lejanos! Así lo firma mi sol, el gran rey, en el tratado.
(pasaje fragmentario en el que se definen las fronteras de Ugarit. Continúa:)
Ahora Suppiluliuma, el gran rey, rey de Hatti, el héroe, ha adjudicado estas [fronteras], lugares y montañas, por medio de un documento sellado a Niqmaddu, rey de Ugarit, así como a sus hijos (y) a sus nietos. ¡Para siempre! En adelante Niqmaddu se mostrará hostil con mis enemigos y aliado de mis aliados. Mucho es lo que ha hechos por mi sol, el gran rey, su señor, y protege el tratado (y) la alianza con el país de Hatti. Ahora el sol, el gran rey, ha visto la lealtad de Niqmaddu.
Y el que cambie las palabras de la tablilla del tratado (sea maldito). Un millar de dioses conocerá (sus palabras): el dios de las tormentas del cielo, el dios del sol del firmamento, el dios de las tormentas de Hatti, la diosa del sol de Arinna, Hepat de Kizzuwadna, Isthar de Alalah, Ningal de Nubanni, el dios de las tormentas de la montaña de Hazzi (el monte Casio/Baal Zaphon, pico situado en las proximidades de Ugarit, de gran importancia religiosa).
Tomado de: adpatado de Kurht, 2000: 344-345.
Cronología: reinado de Suppiluliuma de Hatti (1370-1330) y de Niqmaddu II de Ugarit.
Clasificación: tratado entre estados; Ugarit pasa a ser estado vasallo de Hatti; ausencia de obligaciones para Ugarit en caso de conflicto bélico; comparar con: Texto nº. 2. Ugarit.